viernes, 30 de octubre de 2015

Los independentistas saltan al vacío. Nada que ver con Escocia

Viene a cuento el texto que publiqué a finales de 2013.


Dice la prensa: ‘’El primer ministro británico Cameron y el ministro principal de Escocia Salmond firman un acuerdo histórico que autoriza la celebración del referendo sobre la independencia escocesa.’’ Noticia que celebran los independentistas, como es normal, pero ya no tanto si lo hacen otros individuos auto posicionados en las izquierdas, con frase representativa de cierta postura colectiva ‘’Joder, qué envidia. Aquí sigue funcionando la "Una, grande y libre" y la larga sombra de los Reyes Católicos. ’’ Dos precisiones, una los acuerdos llegan por sometimiento a las leyes existentes, no de forma unilateral, y dos, Reino Unido es de los pocos países del mundo que no tiene constitución, lo cual le dota de ciertas particularidades al constituirse como estado por unión, al igual que Canadá, en los que de forma extremadamente rara no contienen un principio constitucional como la integridad territorial, o la inversa, la negación del derecho de secesión.

Como en muchas otras ocasiones lo emocional vence sobre lo racional, las vísceras sobre el cerebro. Siempre será motivo de celebración un acuerdo negociado entre partes. Sin ahondar demasiado, lo destacable, es que el referéndum se celebrará cómo y cuando han acordado ambos. Dicho de otra forma, si no hubiera aceptado el Jefe del Gobierno del Reino Unido, en cuyas manos estaba la llave, no habría noticia, lo cual refleja una legalidad bastante similar a la española. Por otro lado Cameron lo quiere y de prisa, porque las encuestas dan clarísimo vencedor por mucho a su postura inclusiva, o perdedor al independentismo.

El caso escocés no parece ser el mismo, aunque todas las situaciones tienen similitudes si uno se apunta a las ventajas, y tienen diferencias, si se buscan. El Reino de Escocia existió, tuvo vida propia desde el 843 hasta 1707, cuando firmó el Acta de Unión con el Reino de la Gran Bretaña, al que posteriormente se une Irlanda en 1800, para formar ya el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda –posteriormente se quitó lo de Irlanda- Reino que tiene un solo Jefe de Estado para todos los reinos personificado en la monarquía Inglesa, la reina Isabel, para Gales, Irlanda, Escocia e Inglaterra. Existe un Parlamento y Gobierno para el Reino Unido, asentado en Londres, con atribuciones genéricas sobre impuestos, seguridad social, ejército, política exterior… diría que atribuciones similares al español y un Parlamento escocés con cierto gobierno, limitado, no creo que superior a Cataluña y Euskadi, fue creado en 1997 con una ley de descentralización sancionada en el Parlamento del Reino Unido, que conserva gran cantidad de atribuciones, como el poder de reformar y abolir el sistema de gobierno escocés. Parecido legalmente al caso español.

Como en todas las sociedades, en todas las épocas, -no solo en España han existido tensiones entre territorios como parecen sugerir algunos- aquí y allí en todos los países se producen tensiones, Europa ha sido un cúmulo de guerras y conflictos durante cientos de años, siempre hubo grupos de personas con diferentes intereses e ideas. En Escocia surge el independentismo en el XIX, al calor de la configuración de las ciudadanías y los estados nacionales modernos nacientes en todas partes en el XVIII y XIX. El Partido Nacional de Escocia, SNP, que defiende la independencia, ganó la mayoría absoluta en 2011 en el Parlamento Escocés. En el Parlament hasta ahora nunca hubo mayoría, ni relativa ni absoluta del independentismo, -aunque se constata un amplio sentimiento en la calle, crecido últimamente, no cuantificable con precisión en votos-. Cataluña nunca fue un reino, en un momento histórico lo fue el de Aragón que comprendía a Cataluña, Baleares, Valencia…

Por lo dicho anteriormente, no veo que siga funcionando aquí el franquismo –eso quiere decir la expresión ‘Una grande y libre’- ni observo enormes diferencias a favor del Reino Unido como para sentir envidia y maldecir el ‘españolismo miserable’, que quiero suponer son la Constitución, Gobiernos, otros partidos constitucionales, pueblo español,… No conviene contraponer un país imperial, rico, una de las cunas de la revolución burguesa, democracia antigua, con poso y tradiciones, contraponerlo a un país pobre, democracia nueva, y sin ninguna revolución en cientos de años. Pero tampoco olvidar que allí sigue existiendo la Cámara de los Lores –tradicionalmente la Iglesia y nobleza con 733 individuos y 646 los Comunes representantes territoriales- lores que no se eligen por sufragio universal, sino por la Iglesia un pequeño grupo, y la mayoría por la Reina, con derecho vitalicio y unos pocos siguen siendo hereditarios.

El Reino Unido de la Gran Bretaña no tiene Constitución, un documento único de derechos y obligaciones, que haya podido refrendar un porcentaje de la ciudadanía actual, ni la generación anterior… sino 3 cuerpos de leyes históricas, Inglaterra con Gales, Irlanda y Escocia, en la práctica, gobernadas por las leyes emanadas del Parlamento del Reino Unido. Cuyas leyes históricas se remontan a sus revoluciones constitutivas, la primera en 1640, con Cromwell que muere en 1658, se proclama la primera y única república inglesa. Tras la restauración de los Estuardo, se produce la segunda, en 1688 proclaman los conservadores y progresistas del momento a Guillermo de Orange, exigiendo que otorgara las Cartas de derechos civiles y el Acta de tolerancia religiosa.

Que la nación moderna, 'propiedad' de ciudadanos y no de familias monárquicas, imperiales descendientes de Dios, sea producto de los cambios alumbrados por la Ilustración, no excluye la historia común anterior y posterior, la existencia de comunidades en territorios que funcionaran juntos, tal como naciones con proyectos y experiencias comunes, si bien identificados sus intereses territoriales con los de las monarquías que los gobernaban. En el caso que nos ocupa, se unen la monarquía inglesa y escocesa en 1603 poniendo en el trono al primer Estuardo, lo cual tampoco es muy diferente de lo que ocurría en otros territorios europeos, incluida España. Pensar que somos un caso excepcional porque la nación española moderna se configura en los albores del XIX, -como todas- es engañarse si se utiliza políticamente para despreciar la historia anterior, olvidando al resto del planeta con parecidos pasos. 

La democracia española encarnada en la Constitución no reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos que la forman. 
Asamblea Nacional Catalana 

Ninguna constitución mundial reconoce el derecho a la autodeterminación, en la de la URSS se reconocía, pero la represión entra en Hungría, Praga, Polonia… para evitar su ejercicio que se pone en práctica tras su derrumbamiento. Apuesten doble contra sencillo que la futura constitución catalana no contemplará ese derecho, por ejemplo para que lo ejercitara Barcelona, o Tarragona…

El referéndum debe ser oficial, por lo tanto primero hay que romper el marco constitucional español con la proclamación parlamentaria. En referéndum posterior  la comunidad internacional recomienda un mínimo del 50% de participación con un 55 % mínimo de votos afirmativos. 
Asamblea Nacional Catalana. Razón 16 

Interpretación:-El 55% de voto afirmativo sobre participación del 50%, representa un 27,5% de población- Con solo un 27,5 % de apoyos de la población quieren declarar la independencia, según criterios de Forcadell y muchos independentistas. Ninguna comunidad internacional recomienda eso, es mentira, precisamente, las referencias internacionales de los que aceptan este tipo de situaciones, que son relativamente muy pocos, siempre aconsejan que de efectuarse, caso canadiense, sean tomadas decisiones por muy amplias mayorías, nunca admiten que una minoría de población pueda obtener la independencia.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Cataluña. Independencia. Izquierdas. La confusión

Confieso que estoy confundido con el asunto de la independencia para Catalunya, porque verán, yo no lo considero progresista, de hecho terminé un libro sobre el asunto en diciembre 2013 –Catalunya.Camino a la secesión- en el cual hago una revisión crítica del proceso desde sus inicios hasta la actualidad y mantengo la tesis de que nunca existió un sujeto homogéneo, el pueblo catalán, en lucha contra otro sujeto, el pueblo español, ni en 1714 ni en 1936 luchó Catalunya contra España, porque en cada bandos había mezcladas gentes de ambos lados. Incluido ahora, si quieren resumir, la mitad de catalanes a un lado por la independencia, la otra mitad al otro por la continuar el camino juntos, el problema es que a esta mitad la consideran no catalana, la apartan, marginan y quieren colonizar. Gente que conozco insisten en que lo mío es anticuado y carca, por lo que aumenta mi confusión y las preguntas me golpean en la cabeza.

Me dicen que la izquierda siempre está a favor de la libertad de la gente. Y ¡córcholis!, recuerdo que es lo mismo que decía Thacher y Reagan, dejen que todos seamos libres, para decidir qué hacemos con nuestro dinero. Lo dice Esperanza Aguirre y es un principio básico del batallón neoliberal, reclaman la libertad para actuar, exigen a los gobiernos que dejen hacer lo que quieran, donde y cuando quieran. ¿Entonces qué sucede? pues que bajo la bandera de la libertad se combate la libertad de amplias mayorías no propietarias de medios de producción ni riquezas. 

Defender que los ricos tengan libertad para irse, abandonando al resto, no presupone que los menos pudientes, de allí y aquí, tengan mayor libertad, de hecho las desigualdades aumentan porque los acaudalados, llevan años reclamando mayor libertad para que los gobiernos no los controlen, para que no les obliguen a pagar impuestos, para exigir exenciones, subvenciones y ayudas fiscales y en último término, quieren que los impuestos que pagan les revierta a ellos mismos. Ese es el fondo del derecho a decidir en el caso de la secesión catalana.

Pero entonces, ¿Cómo seguir considerando que la independencia sea progresista? porque lo citado anteriormente es uno de los objetivos esenciales, declarado no una, ni dos, ni tres veces, sino miles de ellas, en panfletos, revistas, estudios, libros, páginas web, periódicos, teles, radios, etc. etc. del movimiento por la independencia en Catalunya, desde hace unos años. Por supuesto todo al margen de la corrupción allí y aquí. Y al margen del Bello durmiente.

¿Luchan por la libertad de los catalanes? eso grita Carme Forcadell, presidenta del Parlament, representando a una mitad. Cuanta estupidez tenemos que aguantar, en serio intenta que nos creamos que son como los pueblos colonizados, es un grave insulto para aquellos Vietnam o Angola, para Argelia, para los chilenos post Allende… ¿quiere hacernos creer que los catalanes carecen de derechos civiles como vivían los negros en EEUU? Y jopé, a uno le dan ganas de esconderse ante tanta locura, siempre a favor de la autodeterminación de las colonias y ahora esto. La verdad, muchos aún dudan porque las palabras son cortinas de humo ¿Catalunya una colonia?, claramente no, pero ante la insistencia de la propaganda secesionista, no una, ni dos, ni tres, en miles de páginas, panfletos, estudios, radios y teles, etc. etc. dicen que los españoles explotamos a los catalanes como si fueran una colonia, de hecho sostienen que vivimos de la explotación colonial durante cientos de años. Con este panorama no me extraña que mucha gente esté a favor de la autodeterminación del pueblo catalán, pero esto me confunde.

Una de las regiones más ricas de España, de Europa y del mundo, dice que son una colonia. Una de las regiones del planeta con mejores estándares de vida y libertades, y no me refiero solo a que tengan riquezas en su territorio y éstas sean propiedad de otros, de la metrópoli, no es así, porque los propietarios de riquezas son los apellidos de allí, los líderes políticos también son en su mayoría los apellidos de allí, los ejecutivos, los dirigentes, los mandos intermedios del aparato productivo, los gestores del aparato mediático, cultural, deportivo, social… son catalanes de pura cepa, no hay gente de la metrópoli dirigiendo aquella sociedad, por cierto, bastante más cerrada, racista y elitista que otras muchas sociedades españolas.

Resulta que sus casas tienen mejores condiciones de teléfono, televisión, calor, agua, tamaño, comodidades, lujos…, sus barrios asfaltados, luces, parques, espacios comunes… la sanidad, medida en camas, médicos, enfermeros, hospitales… la educación medida en cantidad y calidad de estudiantes infantiles, medios y superior, en titulación media y universitaria, en calidad científica, … resulta que la disponibilidad de bienes de consumo, coches, lavadoras, teles, teléfonos, conexión a internet, y un larguísimo etc. de comparaciones los sitúan por arriba, de casi todos los españoles. Y entonces mi confusión aumenta.

Una buena amiga me dice, ‘pero, en Catalunya hay pobres’. Es cierto, y en Extremadura y Andalucía… pues claro, y en Alemania, China, India, EEUU, pero, ellos no piden la independencia. Efectivamente hay pobres en todas partes, pero el movimiento por la independencia en Catalunya dice, escribe, sostiene, no una, ni dos, ni tres veces… que los españoles les roban. Es terrible que los niños catalanes tengan esa visión, terrorífico que lo digan que alguien desde el sistema educativo –si, si, desde los colegios llevan años enseñándolo- les ha hecho sentir que los españoles del barrio de Pescadería en Almería les roban, que los parados malagueños, o gaditanos se aprovechan de ellos, que los murcianos se llevan su dinero, que los niños de Vallecas viven a costa de los niños catalanes… Y el peligro a futuro aumenta, porque suponiendo que ahora pudiera resolverse el enorme problemón, los niños catalanes, las nuevas generaciones, cada vez abrazan mas la independencia. 

Ellos son ricos, por la gracia de dios, por sus méritos, así lo escriben en sus propaganda, no ponen que el resto les tenemos envidia, pero lo sugieren, cuando llenan declaraciones y trabajos históricos de adjetivos ridículos sobre el resto de españoles minorando su capacidad de trabajo y cultura,... Miro un poco la historia y no dudo que sean un pueblo trabajador, culto, etc. pero no más que el resto de españoles, puedo aceptar diferentes, pero no superiores, ni siquiera más abiertos. Si uno se da vueltas por el Museo de las Ferias, de Medina del Campo, o por el Monasterio del Escorial, por citar solo dos lugares del centro de España, encontrará múltiples rastros del poder cosmopolita de aquella España del XV, la Nueva York de entonces, intelectuales, filósofos, escritores, comerciantes, pintores, banqueros, arquitectos y un larguísimo etc. de toda Europa trabajaron y por suerte dejaron allí miles de pruebas de ello. El Camino de Santiago fue una avenida de europeización gigantesca… catedrales, iglesias dejan ver culturas muy similares en enormes extensiones de Europa. No, los catalanes no fueron especialmente abiertos, ni especialmente modernizadores por sus contactos europeos o marítimos, ni fueron los líderes impulsores, en mayor medida que otros, de aquella España que utilizaba en sus conexiones marítimas los puertos del Atlántico, del Cantábrico, de Andalucía y del Mediterráneo.

Un aspecto interesante, su riqueza quieren que sea para ellos solos. Puedo entenderlo, pero mi confusión crece si me dicen que eso es de izquierdas, lo de cada uno para sí y a los demás que los den. Siempre creí que la solidaridad era un principio progresista, distribuir para reducir desigualdades, en los estados federales suele realizarse a través de los impuestos y transferencias inter-regionales. El movimiento por la independencia quiere dejar de compartir, lo suyo para ellos. Me confunden, y ¿Qué es lo suyo?, sus impuestos. Y sus riquezas, ¿de quienes serán en particular?, ¿en una república catalana sus propietarios las repartirán entre todos, contribuirán con sus impuestos para reducir desigualdades? o puesto que ha sido aceptado el principio de cada cual con lo suyo... 

Los impuestos en Madrid y Cataluña señalan que la concentración de ricos es mayor en Madrid y Barcelona, accionistas y empresarios cobran rentas de empresas que en gran parte obtienen sus beneficios en el resto de territorios, desde bancos a fábricas de coches. La pregunta es si está bien o mal que paguen impuestos, porque ya dudo de casi todo. Y si está bien que paguen impuestos no me hagan creer que está bien que se los invierta el estado en su barrio. Eso es lo que piden, no una, ni dos, sino miles de veces...

Mi confusión respecto a la generación de riqueza es grande. Me da por pensar que las políticas proteccionistas a la industria catalana generaron riqueza para la burguesía haciendo pagar altos precios al resto de españoles, castellanos y andaluces pagaban altos precios por los paños catalanes porque los gobiernos de entonces dejaban fuera de España con altos aranceles la competencia con precios baratos. Se beneficiaba a unos en perjuicio de otros, dicho de otra forma, parte de la riqueza de aquellos españoles se desviaba para que la acumulara la burguesía catalana. Me da por pensar ¿qué hubiera ocurrido si la Seat se hubiera instalado por ejemplo en Valencia, Murcia o Almería? si las recomendaciones de los grandes dictadores del siglo XX no hubieran sido de invertir en Cataluña, País Vasco –y Asturias una temporada-. Por supuesto que las políticas de los gobiernos, durante más de un siglo ayudaron a las infraestructuras e inversiones en Levante, en detrimento del Atlántico, el sur y la España interior. Salvo la isla de Madrid.

domingo, 25 de octubre de 2015

Un partido no es una ONG, es algo diferente

Las Organizaciones No Gubernamentales, aumentan su presencia y su valoración positiva entre los ciudadanos, al mismo tiempo que los partidos pierden apoyos y simpatías. Las ONG, los cooperantes, los miles de ciudadanos que realizan tares de solidaridad con otros seres humanos, merecen nuestra admiración, y la tienen, generalmente traspasando las barreras ideológicas y políticas, tanto da que sean cristianos de base, como militantes solidarios con causas tales como los desahucios, los niños del tercer mundo, los desamparados en países en guerras, aquellos que huyen, los enfermos de malaria o de sida, los que luchan contra las hambrunas, o por proyectos vinculados al agua, a la educación, a la salud, etc. etc.

Nada que ver con las emociones que despiertan los partidos políticos y sus militantes, quienes generan una opinión nefasta, así encontramos distinta repercusión difícil de explicar a priori, en la corrupción de ONG’s y partidos, cuando se dan desvíos de fondos, negocios sucios, enriquecimiento personal, influencias económicas totalmente contrarias a sus principios… hasta las subvenciones recibidas por los partidos son cuestionadas, no así las de las ONG’s que en ocasiones camuflan las recibidas por entidades mayores que se llevan un enorme reconocimiento contraponiéndolo al prestigio del Estado, a lo político, es una publicidad de imagen pagada con dinero público, por ejemplo subvenciones que recibe Cáritas casi el total necesario para su funcionamiento, lo cual genera beneficios publicitarios positivos que explota la Iglesia Española, sin prácticamente costes económicos derivados a Cáritas.

Los sentimientos que mantienen miles de individuos, los enfrentan contrapuestos entre partidos y ONG’s, incluso piensan que la solución sería la sustitución de unos por otras. Esta idea está más asentada en ambientes populistas, ‘apolíticos’, franquistas residuales, o en ámbitos religiosos, defensores a ultranza de la caridad como forma de paliar los problemas de la humanidad, idea también asentada en sectores económicos, enemigos de las regulación gubernamental, de los impuestos, de la igualdad de oportunidades, etc. en suma, miles de personas oponen la caridad a la justicia, como valor de organización social. Otra forma de pólítica, pero encubierta, con líderes no tan sometidos a la luz y taquígrafos.

La cuestión es que las ONG –incluyo en el concepto la multitud de grupos y asociaciones que trabajan socialmente sin tener estatus de ONG’s- no pueden compararse con los partidos, son ‘cosas’ diferentes. Mientras que las ONG generalmente trabajan para remediar ‘estropicios’ concretos y parciales de grupos humanos, como por ejemplo en España los comedores sociales para atender a desvalidos por la crisis, los partidos políticos tienen/deberían tener, su ámbito de actuación en la organización social, que entre otras cosas impidiera que existieran esos desvalidos a los que atender, modificando las políticas anticrisis y entonces topamos con la correlación de fuerzas y la lucha por el poder. Aquí encontraríamos una aparente paradoja ya que muchas de las empresas que se verían afectadas por esas medidas anticrisis gubernamentales de una mejor organización y justicia, prefieren costear las tareas caritativas, lo cual ejercitarán apoyando mediante campañas y donaciones a ONG’s determinadas, machacando siempre que puedan, a los políticos.

La organización de la sociedad trata de impedir los estropicios, simplificando, tendría como uno de sus objetivo la prevención de daños, y en todo caso la atención en momentos de necesidad, pero en cuanto derecho de todos, diferente al de atención localizada a grupos seleccionados, basada en la prestación de ayudas por caridad o solidarias de individuos, estados u organizaciones empresariales… Evidentemente hay zonas comunes en la militancia en ambas organizaciones y comportamientos, métodos, sistemas de funcionamiento y organización que podrían ser compatibles, pero siempre tendrán como diferencia fundamental la relacionada con la lucha por el poder político.

En la medida que las ONG no atentan directamente contra el poder, no son competencia directa, son bien vistas por todos, solo recibirán elogios y sus militantes serán queridos y puestos como ejemplo por las corrientes ‘bondadosas’, los cercanos a pensamientos religiosos de caridad, nadie atentará contra aquellos que trabajan en un comedor o banco de alimentos para dar de comer a otros seres humanos. Por el contrario sí encontrarán todo tipo de zancadillas e insultos las personas que intenten que todos los seres humanos coman sin recurrir a la caridad, luchando por instaurar un derecho de todos a la comida, por ejemplo implantar algo parecido a un salario básico, encontrará enemigos por muchas partes. En las luchas sociales sea en barrios o regiones, el trato preferente y cuidadoso a los vinculados a ONG contrasta con las zancadillas e insultos a los militantes políticos.

Con ser encomiable e importante la labor de las ONG’s, la tarea de los partidos políticos debería ser cuanto menos de igual valoración, ya que es en teoría más amplia, trata de organizar la sociedad teniendo como uno de sus objetivos evitar que exista la caridad, por innecesaria, lo cual implicaría suprimir los grupos marginales de desesperados por enfermedades o carencias materiales, por hambre o por migraciones, interiores y exteriores, tratarían de evitar diferencias individuales producidas por nacer sin medios materiales, prestando educación y atención sanitaria a toda la ciudadanía, medios jurídicos y de representación igual para todos y medios materiales para subsistir en la vejez dignamente o en los períodos de paro…

Los ejemplos en estos tiempos surgen por todos lados, por ejemplo reducir prestaciones sanitarias preventivas a segmentos de población con diagnósticos concretos, o a los inmigrantes, aumentará las tareas de las ayudas caritativas, y en general subirán los costes de atención social para tratar de las repercusiones, que se podrían haber evitado con la prevención. Igual encontramos en la cuestión educativa, o con los desahucios, etc. en el tema de la falta de empleo, madre que genera muchas ayudas caritativas, desde partidos y sindicatos aplicando medidas adecuadas, deberían tender a evitar las acciones de caridad haciéndolas inútiles por innecesarias, pero entonces topamos con otros poderes a los que les viene muy bien la situación actual incluyendo acciones caritativas parcheando los agujeros de la sociedad. No, las organizaciones no gubernamentales nunca deberían sustituir a los partidos, salvo que se conviertan en tales con igual u otro nombre.

jueves, 22 de octubre de 2015

La necesidad de crecer para ganar obliga a ceder posiciones

Mientras el PSOE viraba suavemente a la izquierda pretendiendo conquistar el terreno socialdemócrata perdido, IU empezó a templarse y Podemos empieza a defender el sistema democrático y a suavizar discursos y propuestas, arrinconando posiciones extremas para defender la socialdemocracia. La necesidad de echar a la derechona y atajar la corrupción e imprimir un cambio de rumbo a la situación, empujará a muchas personas a taparse la nariz, asumiendo que el grupo emita olores no deseados pero considerados como mal menor; todos los que ganan lo hacen así, única forma de sumar fuerzas diversas. A todos nos gustaría mandar a la mierda a mucha gente cercana, socialistas, comunistas, ácratas, verdes, alter,… uno se sentiría bien si entre los miembros de su propia familia pudiera expulsar a algunos, y no hablemos de las ganas de dar una patada en el culo a miembros de otras familias; ganar a la derecha, requiere formar un conglomerado suficientemente grande, así que las puertas de la victoria están plagadas de girones, de cesiones. 

El problema para formar coaliciones, o un gran aglutinador es ¿cuánto ceder? Y determinar un suelo de partida, ¿desde dónde considerar la suma, el mínimo común? Hoy en España para que el PSOE fuera considerado el suelo de partida capaz de sumar la savia nueva que está fuera de él, necesitaría realizar cambios profundos, no solo en su línea como en sus órganos de dirección y militancia, en sus comportamientos opacos y cerrados, previamente debería hacer una limpia por todos sus estamentos, de corruptos e indecentes, de aprovechados e inútiles… y de toda aquella militancia secuestradora de decisiones solo con su insoportable pasividad ante lo nuevo. La democracia interna es innegociable, la permeabilidad en la discusión y toma de decisiones debe imponerse en todos los niveles, agrupamientos, instituciones, empresas y barrios, no se puede permitir que las decisiones las tomen los popes, porque ello conduce a callejones sin salida. No sirve de nada grandes discusiones ideológicas si a los dos meses el pope de turno decide subir o bajar impuestos a su libre albedrío, elegir un presidente del Congreso, la dirección de los recortes de gasto público, etc. 

Si observan los movimientos sociales, mareas, grupos, partidos y alternativas izquierdistas, comprobarán que prácticamente todos defienden el sistema democrático, luchando contra el robo de un tiempo y un país que creímos nuestro que está provocando las políticas de la derecha contra el estado de bienestar, aumento desigualdades, reducción de derechos y vuelta al nacionalcatolicismo. Las luchas son defensivas, intentan mantener la sociedad socialdemócrata o de estado de bienestar, fundamentalmente volviendo a reequilibrios anteriores de poderes político-económicos que afectan a la base del funcionamiento democrático que pone en cuestión este modelo social, de equidad, de representación, deliberación y elección. 

Los comunistas que no son IU, -pero controlan una gran parte de la misma- en el pasado criticaron la socialdemocracia por traidora a los intereses de los trabajadores, ahora IU son los máximos defensores del estado de bienestar, por tanto de las ideas socialdemócratas, no proyectan opciones radicales nuevas, ni revolucionariamente diferenciadas de las de multitud de grupos en las calles. Algo parecido sucede con Podemos, con la diferencia de que éstos se están comiendo a aquellos. Lo que está en cuestión como forma de hacer política diaria son los partidos gigantes, en la zona izquierda los socialdemócratas que antes aglutinaban gran parte de las fuerzas opositoras, y durante algún tiempo fueron capaces de sumar diversas corrientes de opinión posibilitando la conquista de mayorías de votos. Hasta que la gente consideró que pesaron más las corrientes carcas dentro de ellos que las progresistas y los fue abandonando. La pregunta es ¿sería catastrófica la marginación parlamentaria de un partido socialdemócrata o progresista? dejaría el camino expedito para la derechona, como se está comprobando en esta legislatura en Parlamento, CCAA y ayuntamientos, además de en instituciones y empresas públicas, lo cual afecta a la organización de la sociedad. Un partido socialdemócrata fue antaño el aglutinador de esfuerzos, ¿hoy es el único que puede nuclear mayorías sociales relevantes? Así parecen verlo PSOE y Podemos.

La cuestión es que en el terreno Parlamentario y de Gobierno una gran fuerza opositora nunca podrá ser formada por grupos minoritarios electoralmente independientes, como muestra el ejemplo que vemos a diario en la vida Parlamentaria e Institucional después del triunfo del PP en las pasadas elecciones de 2011, que llevaron al Parlamento a 13 partidos sin capacidad de hacer sombra al Gobierno. La lucha está en la calle, pero también debe estar en el Parlamento, ya que si los esfuerzos se dejan en la calle, el Parlamento queda libre para aprobar todas las regresiones que se están poniendo en marcha. Lo que las encuestas dicen es que millones de electores están indecisos respecto a que esa gran coalición electoral tenga que estar basada en el PSOE, del que desconfían millones de personas, o hay que pasar a crear un mundo nuevo desde Podemos. 

Ningún partido con capacidad para captar cientos de miles de votos plantea opciones revolucionarias, bolivarianas o en general, más allá del sistema, para mayor precisión, casi nadie, porque siempre habrá múltiples opciones que insuflen aire nuevo, la cuestión es si las nuevas opciones contienen suficiente capacidad movilizadora para ser visibles y transformar la sociedad en que vivimos... Si la cerrazón de los dirigentes españoles –y europeos-continuara agrietando la sociedad, sudamericanizándola como hasta ahora, como en Grecia, agrandando todavía mucho más las desigualdades, desconocemos a donde conducirían dichas grietas. Hoy por hoy, a corto plazo, es necesaria una gran fuerza opositora, que para ser eficiente y obtener representación similar a los votos obtenidos es forzada por la ley electoral a crear un gran aglutinador o sumar una gran coalición, de lo contrario muchas sumas de pocos votos en grupos dispersos darán pobres resultados a tantos esfuerzos, volviendo a dejar el gobierno en manos de la derecha. 

Un ejemplo puede ilustrar la necesidad de la fuerza parlamentaria; el movimiento contra los desahucios, uno de los grandes destacados, por liderazgo y empuje, mejor organizado y de mayores éxitos de las últimas décadas; ha parado muchos desahucios, pero han seguido produciéndose, 30.000 en 2012 y 20.000 entre enero y junio de 2013, en ocasiones uno que era frenado, días después era ejecutado, se echaba de la vivienda a las mismas personas que habían logrado pararlo. Sin cambios legislativos no se podrá remediar el problema que toca muchos aspectos de cambios legales, adaptación europea, modificación ley hipotecaria, leyes de procedimiento, decisiones que cambien leyes sobre las viviendas vacías –unos 3.5 millones-, de la banca pública, de la banca privada, etc. La lucha del pueblo en calles y empresas puede influir en el Parlamento, con mayor facilidad a una fuerza progresista, para lograrlo con esta ley electoral hay concentrar votos en cada circunscripción provincial, evitar la dispersión como factor fundamental, lo cual pone en primer plano de la acción política la labor de coaligar, de sumar para lograr objetivos de gobierno que se dice querer. 

Sumar supone crecer, y crecer aleja la uniformidad, diversifica la pureza ideológica. Una de las disputas habituales que tendrá que dejarse algún día, es la que enfrenta a rojos y verdes por la exclusividad de su territorio. La ecología fue asumida como línea de trabajo y actuación en todas las formaciones de izquierda, con mayor o menor extensión con una u otra interpretación, todos la incorporan, partidos, sindicatos, movimientos, grupos…Como lo fueron las ideas de igualdad de los movimientos feministas (la gran revolución del XX). Digamos que hoy cualquiera que se plantea actuar socialmente, incluye estos factores entre sus líneas de trabajo, porque la realidad ya no es posible observarla sin considerarla globalmente.

A efectos de uso, es constatable que los partidos y sindicatos clásicos tienen buenos trabajos sobre temas ‘verdes, medioambientales’ o de ecología política, al igual que los grupos ecologistas tienen buenos trabajos sobre relaciones de producción. He utilizado del sindicato CCOO, su Fundación 1º de Mayo, excelentes materiales para trabajar sobre ecología, hay trabajos de calidad financiados y publicados por instituciones como el Banco Mundial o el Banco Santander, que poco tienen que ver políticamente con las aspiraciones de rojos o verdes. Hay gente que tiene miedo a utilizar fuentes diversas, quizás por la inseguridad que tengan en su capacidad de discernir, pero resulta ridículo no aprovechar materiales de información oficiales para discutir y elaborar propuestas de actuación, por ejemplo, no podemos imaginar la lucha por el cambio climático sin las informaciones del panel oficial de la ONU o de tantas instancias y organismos internacionales.

Así que no extraña que en la profusión de alternativas novedosas de izquierdas que se intentan formalizar para las próximas elecciones, casi todas, contemplen elementos rojos-verdes-malvas en distinta proporción. Una vez más, las grandes diferencias a discutir no deben ser los criterios ideológicos, a pesar de que no todos dicen lo mismo, ni conceden el mismo peso a unas cuestiones que a otras. En el resultado final tendrá mayor importancia la procedencia de los individuos, militantes y núcleos impulsores. Militantes o núcleos con filosofía o procedencia comunista, darán una resultante distinta que independientes y jóvenes activistas, en general. Una vez más cobrará mayor importancia lo concreto que lo abstracto, lo cual no solo será el programa electoral o acciones a proponer a la ciudadanía (que ya no será a la clase obrera). Tendrá que tener importancia el funcionamiento interno, la democracia participativa, deliberativa y representativa, su permeabilidad social, su sentido y estilo de relaciones entre militancia, apoyos, simpatizantes, votantes,…y tendrá importancia su interés en la conexión europea. Y la ilusión por encontrar salidas.

En el futuro surgirán problemas de crecimiento impensables al inicio. A mayor crecimiento de militancia, de diversidad, de lugares de asentamiento y trabajos realizados hacia la sociedad, mayor número de problemas de interpretación de la línea política y de funcionamiento colectivo común; cuanta mayor número de procedencias y variedad de asentamientos locales mayor probabilidad de que la línea política y el funcionamiento tengan ‘fugas’. Aumentarán los ‘escapes’ cuando se pongan en marcha soluciones a problemas concretos, lo cual es más difícil que sumar contrarios de algo. Muchos de los problemas que se critican hoy a los grandes partidos, son los que tendrán estas agrupaciones nuevas en formación. No hay motivos suficientes para confiar, a priori, en que la nuevas opciones, esta vez sí, conseguirá cambiar la situación de paro; ¿por qué tener fe en que cuando consigan 5 o 10 millones de votos esa maquinaria de partido va a ser permeable a la sociedad? ¿Que ‘espíritu santo’ garantiza ese funcionamiento? El quid de la cuestión será asegurar que los líderes de cada nivel, respetarán a su electorado. Pero, ¿si eran los jefes, líderes, dioses elegidos, por qué diablos van a obedecer en un momento dado lo que digan los demás? , ¿De qué servirán entonces las proclamas genéricas y los sueños de fines maravillosos en los que se perdió tantísimo tiempo discutiendo?

lunes, 19 de octubre de 2015

Ascenso y caída de expectativas de voto en Podemos

Camino de subida y bajada de Podemos. Logró las mayores cotas en expectativas de voto a finales del año pasado y principio de 2015, desde entonces comenzó a caer según reflejan las encuestas, hasta hoy que parece situarse tras PP, y PSOE, y el fulgurante ascenso de C’s. Para un partido nuevo como Podemos, las expectativas siguen siendo extraordinarias, a pesar de que mucha gente lo valore como un fracaso, dado que vivieron durante meses un pico de sobreexcitación.


En parte era previsible, -lo desarrollé en mi libro publicado en enero de 2015, 'Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión'- el auge de expectativas sumaba inicialmente una gran mayoría de las voluntades indignadas, aunque dispersas en sus objetivos e ilusiones y en ocasiones contrapuestas. Todos los que hemos vivido largas experiencias en órganos de dirección de partidos, sabemos lo duro que es construir un grupo organizado, el esfuerzo prolongado que requiere aglutinar ideas, lo difícil que es cohesionar y organizar individuos, el largo trabajo que se necesita para elaborar línea política,… era absurdo pensar que de la noche a la mañana, en meses, pudiera crearse un partido con sesgo de izquierdas capaz de ganar las elecciones barriendo todo lo existente. 


Los votos de Podemos durante 2014, algunos salidos de los rincones de la abstención, proceden de un amplio espectro ideológico, desde la extrema izquierda, izquierda, centro y hasta la derecha como recuerdan sus principales líderes en constantes apariciones televisivas. Simplificando podría decirse que algo menos de la cuarta parte procedía de la extrema izquierda, algo menos de la mitad de sus votantes procederían de la izquierda y una cuarta parte de sus apoyos electorales podrían estar situados en el centro, con resto de cifras menores a la derecha. Durante 2015 han ido perdiendo apoyos, por la izquierda IU resiste y recupera, por el centro izquierda y centro derecha, el PSOE se estabiliza y recupera electores, por la derecha, centro derecha y centro izquierda, la irrupción de C’s les ha destrozado la posibilidad de tomar apoyos en estos caladeros. El viaje de ascenso y caída, deja hoy Podemos con apoyos electorales más escorados a la izquierda que los que tenía un año antes, lo cual aleja su posibilidad de ganar las elecciones.

A finales de 2014, en marcha el proyecto de Podemos como partido que optaba a ganar las elecciones, era lógico esperar que fueran aflorando las contradicciones entre tantos grupos, individuos y realidades dispersas que se sumaron al comienzo, el proceso irá limando ilusiones, unas veces a la izquierda, otras a la derecha, en ocasiones entre amigos, otras, entre posibles aliados. Inicialmente sumó gentes procedentes de la extrema izquierda y de la izquierda, se juntaron militantes tradicionales y modernos procedentes de nuevos movimientos y mareas, en muchos círculos se incorporaron anti sistema, antiguos activistas y desengañados que se incorporaban a un proyecto que percibían con posibilidades de conquistar parcelas de cielo. En los primeros meses se juntan muchas voluntades dispersas procedentes de todo el abanico ideológico, político, religioso, a las que la crisis ha zarandeado y expulsado de sus certezas y comodidades.

Las élites intelectuales de Podemos pronto asumieron dos cuestiones fundamentales: 1) las luchas en las calles no son suficientes para transformar la realidad de millones de personas, se necesita la lucha en el Parlamento, y 2) el poder político en forma de gobiernos autónomos, ayuntamientos e instituciones varias puede transformar la realidad, siendo su mejor instrumento el Gobierno de la Nación. Ambas cuestiones implican aceptar el sistema democrático occidental como marco social definido, abandonando rápidamente todo vestigio de opciones anti sistema y ello ante la ventana de oportunidad de ganar que vislumbraban.

A partir de las conclusiones anteriores elaboran su táctica y estrategia, pero ambas cuestiones fundamentales, ya de entrada, chocaban con muchos de sus apoyos, algunos soñaban con opciones revolucionarias, al fin y al cabo soportadas en la vida y opiniones de los actores principales del proceso. El caso es que las élites de Podemos vieron las oportunidades que se abrían para gobernar ante la grave crisis política instalada en España, y entendieron que si el objetivo era ganar las generales, necesitarían millones de votos que se encontraban mas allá de las izquierdas, 1.2 y 3.4 del eje izquierda derecha. Era necesario conquistar los millones de electores del centro 5.6, e incluso muchos de la derecha. Empieza el camino de las élites de Podemos hacia el centro, empiezan los guiños a los cristianos, al Papa, a Botín, el desarrollo de la teoría del eje arriba abajo, se renuncia y abandonan asperezas, opiniones y errores del pasado,… se pretende conquistar un espacio socialdemócrata, en gran parte abandonado por el PSOE.

En Podemos saben que no hay tiempo para construir un partido, por mucha importancia que algunos pongan en las redes sociales y apoyados en el arrastre mediático del liderazgo, -hoy superado por Rivera, el líder mejor valorado en las encuestas, y el menos rechazado, lo cual deja abierto mayor recorrido al alza y les permite a C’s abrigar esperanzas de gobierno- . Los líderes de Podemos pretendieron exponer el proyecto lo menos posible a los bandazos de la política de un año convulso, crisis económica y política, elecciones municipales, autonómicas y catalanas. Y Grecia… todo les resta posibilidades de sumar un amplio espectro de electores comprendidos en, 1.2.3.4.5.6.7 muchos de ellos tienen que compartir con IU y el PSOE y otros partidos menores, sus élites insistieron en que llegaban al 7 incluso al 8, robaban electores del PP que se les acercaban –parte realidad, parte deseos; según Jorge Galindo, Politikón, en julio 2014, un 10% de voto que abandona PP va a Podemos-. En esos momentos el PP perdía 15 puntos respecto a su mayoría absoluta de las generales de 2011. 


De repente emerge Ciudadanos, como un relámpago, en muchas cosas igual que Podemos, liderazgo, percepción de modernidad, apoyos mediáticos, existencia de condiciones materiales para ello, desafección e indignación; y carcunda y amiguismo en la derecha, lo cual abre un hueco regenerador entre varios millones de personas, fundamentalmente jóvenes y urbanas, y C’s se lleva gran parte de los electores de esos centros 4.5.6, además de los desengañados votos de derecha del PP, 7.8. En estos meses PP y PSOE se rearman y asientan, sin cambios profundos el PSOE, todavía menos en el PP al que le podría quedar una larga travesía provocada por C’s, claro competidor al estilo de UCD en su momento. Lo que deja nuevamente a Podemos en un entorno de izquierdas y centro izquierda a compartir con IU y PSOE. Tres partidos nacionales, son demasiados para los mismos votos.


PD añadida: Según Jaime Miquel, en el otoño de 2014, los votos que obtendría Podemos se nutren de: en un 40% unos 1.3 millones proceden del PSOE, un 15% de cada uno de los grupos, 0.5 de IU, 0.5 del PP, 0.5 de varios grupos y 0.5 proceden de la abstención.

domingo, 18 de octubre de 2015

El voto es un importante definidor de poder político

En las sociedades democráticas el voto condiciona lograr poder político; conseguir mayor número de votos que otros se convierte en un serio problema a resolver por todos los partidos. En la Transición el PSOE de Felipe González lo resolvió a su favor apostando porque la gente percibiera modernidad y progresismo, pero descargándose de la mochila de marxismo, izquierdismo y parte de republicanismo, y ello para obtener las grandes mayorías de votos que estaban situados en el centro.

En la sociedad actual los problemas para lograr mayorías son muy parecidos, porque no es verdad la simplificación que se hace del 99/1, el resultado del 99% que se puede contraponer al 1% en el terreno económico, no es posible considerarlo de forma similar en el terreno político, nunca se dio semejante proporción de afinidad política en ningún país, esto lo conocen las élites intelectuales, otra cosa es que en ocasiones, normalmente con fines electorales se pretenda movilizar grandes colectivos manipulando el falso sentimiento de igualdad. Se pretende que actuemos aceptando la consigna de todos somos iguales, salvo unos poquitos, el capital, y podemos ir unidos contra una pequeña minoría que siempre serán los otros, nosotros siempre elegiremos situarnos dentro del 90%, aunque vaya usted a saber cuál es el porcentaje de gente que opina parecido a usted. 


A corto plazo esta actitud podría obtener resultados de sumar apoyos, a largo plazo será un error porque al ocultar la realidad a los electores estos retirarán sus apoyos que rebotarán en un momento dado. La sociedad está formada por colectivos con diferentes intereses e ideologías, distinta cosmovisión y diferente opinión respecto a problemas y soluciones, intentar agruparlos en torno a unas pocas candidaturas es muy complicado. No aconteció en parte alguna que una sociedad camine unida al 90% en torno a iguales criterios de construcción social, ni en dictaduras ni en democracias, ni dentro del Cristianismo ni en el Islam se dan iguales opiniones respecto a cómo tratar y relacionar personas y los múltiples problemas que conforman una vida, ni siquiera en la interpretación de libros sagrados existe tal unanimidad, de ahí la creación de tantos grupos, sectas, religiones, facciones... La existencia de partidos, o partes de la sociedad, es una de las muestras de la diversidad de intereses e ideales, sueños y expectativas. Vean una muestra española, fueron presentadas 500 candidaturas, -que no partidos-, a las elecciones generales de 2011; obtuvieron representación parlamentaria 13 partidos.



Al menos habría que sumar otros tantos partidos con votos pero sin representación, y muchas candidaturas sin votos, lo cual evidencia múltiples grupos de diferentes intereses ante múltiples problemas como el paro, los contratos fijos, la deuda, la juventud, las pensiones, el fracking, la libertad sexual, el laicismo, la energía atómica, la corrupción, sistemas electorales, el aprovechamiento del agua, la urbanización del territorio, sobre la vida y la muerte, sobre relaciones entre sexos, la inmigración, los animales, los transportes, etc. etc. Es más, en las sociedades modernas aumentan la complejidad y transversalidad de las opciones, ideas e intereses locales, sectoriales, grupales,… haciendo mentira que todos queramos las mismas cosas para resolver iguales cuestiones; la tendencia a simplificar los contrarios –el capital, el demonio- solo empeora encontrar las salidas posibles a problemas concretos que necesitarán de negociaciones consensos y pactos, que aquí pocos abordan apoyándose en criterios de racionalidad.

Elabora Manuhermon, para ‘Arian seis’. Datos del CIS, 2014-febrero. (27.9 ns/nc)

En las mayorías confluyen múltiples intereses

En sociedades complejas como la actual, no duden que existen intereses contrapuestos, interactuando en muchas ocasiones transversalmente, no podemos creer que la organización social pueda funcionar sin partidos -o similares-, con el nombre que quieran, en definitiva grupos de gente, lobbies, que acumulen presión y esfuerzos en torno a iguales o similares deseos. Otra cuestión es que hoy un partido no pueda representar la diversidad social sin sufrir graves contradicciones en sus filas. Pero de ahí a pensar en su inexistencia como solución a nuestros problemas, va un abismo, pretender como algunos sugieren, el funcionamiento de los individuos directamente sin partidos, no es una alternativa, es sencillamente irreal. Siempre habría grupos o individuos de presión sobre los mandatarios.

Es difícil pensar que puedan presentarse individuos a las elecciones por sí solos, sin que existan detrás grupos de intereses que les apoyen, que les dirijan y se opongan a otros intereses, grupos que pueden ser carteles, agrupaciones de empresas, millonarios… o los partidos. Como es lógico también en esos grupos, carteles, etc. dentro, en su interior y tras ellos tendrán lobbies o influencias diversas, además de las ideológicas, que también serán otro grupo de presión hacia esos individuos supuestamente independientes y sustitutivos de los partidos en el ideal de algunos. Ideal o teoría que lleva a la creación de salvadores, de la patria, de la humanidad, de los seres humanos. La necesidad que tienen las personas de unirse para pelear por sus intereses no ha desaparecido, existirá, con el nombre de partido u otro. La existencia de intereses no es algo horrible, sino lo normal entre seres humanos. Olvidar que la política es una actividad humana es la coartada de mucha gente para volcar su responsabilidad sobre los otros, o un signo de inmadurez que trata de buscar al individuo como ser perfecto, angelical o demoníaco. Los humanos somos salvajes, cerriles, criminales, corruptos y un larguísimo etc. también, amables, bondadosos y solidarios, por tanto cualquiera de nuestras actividades tendrá esos componentes. 

Los que están contra los partidos políticos creen que una sociedad compleja como la española podría organizarse y funcionar sin organismos similares a los citados en la famosa lista de los 445.000 políticos, lo cual les vendría de perlas a los poderes económicos que camparían a sus anchas devolviéndonos siglos atrás a una sociedad en la que los poderosos camparían a sus anchas sin cortapisas ni regulaciones, sin contrapoderes, sin organismos fiscalizadores. Si los políticos no funcionan, hay que barrer y reponerlos, sin esperas a mejores tiempos que resolvieran todos los problemas –nunca llegará ese tiempo-, empezando en cada casa por los medios afines, pero sin falsos idealismos que suelen encubrir populismos dictatoriales e iluminados. La sociedad necesita políticos y ciudadanos, personas comprometidas con su entorno y con sus organizaciones sociales, necesita gente que abandone el estilo hooligans defensora de las barbaridades de los suyos y ventiladores de mierda ajena…los políticos de este país somos todos.

Otra vuelta de tuerca la dan los neoconservadores del PP capitaneados por Aguirre y Cospedal, ‘hay que reducir diputados y quitarles el sueldo’. No, no se equivoquen, no se refieren a ellas y consortes, se refieren a los otros políticos susceptibles de ser elegidos por el pueblo. Pretenden aprovechar la coyuntura para que la idea carca y retrógrada cale más y que solo organicen la sociedad los pudientes, que legislen los ricos, o sus representantes, que decidan sobre nuestras vidas los testaferros de grandes compañías, lobbies de intereses económicos o religiosos,… la finalidad es apartar de esa tarea a la ciudadanía, utilizando como excusa la trampa del sueldo. El debate nos traslada siglos atrás y olvida que todo individuo, mandatario o representante, tiene intereses personales o de grupo.

Durante un tiempo histórico los intereses se nuclearon en dos grandes campos opuestos, explotadores y explotados, el análisis de clases resultaba útil para comprender la realidad y actuar sobre ella. Sin olvidar que la desviación del discurso sobre los temas de igualdad se intentó realizar a partir de la extensión de la diversidad identitaria, la realidad influye en la práctica social y hoy no puede quedar relegada a actuar exclusivamente en el terreno de las clases, -eje izquierda/derecha- la variedad y dispersión de opciones, conflictos y soluciones abren frentes de batalla nuevos para todos los partidos.

jueves, 15 de octubre de 2015

El poder. Objetivo de partidos y militantes, requiere sumar y sumar

El poder necesita para ser conquistado de múltiples individuos; en España, de millones de ciudadanos, impulsando y apoyando un proyecto, -no siempre ni exclusivamente votando, aunque también usando el poder transformador de los votos- normalmente los proyectos colectivos son simbolizados en un equipo, unos individuos, que aquí hemos reducido en exceso hasta personalizarlo en uno solo. Ser el más puro o tener razón, no sirve de mucho, tiene poca utilidad para conquistar el poder y con él, la capacidad de mayores transformaciones sobre millones de seres serán posibles. La necesidad de sumar apoyos colectivos ocurre en todos los niveles sociales y no solo en lugares democráticos, también en dictaduras, o situaciones extraordinarias, guerras… las sociedades necesitarán concentrar el poder colectivo habitualmente disperso; dinero, fuerzas, personas, aliados… que aglutinarán algunos individuos, no necesariamente los de mayor pureza ideológica de cualquier opción, pero sí los de mayor capacidad para conquistar el poder.

Dijo mi colega Jesús en una frase sobre Peces Barba: ‘’El problema de los españoles es que abundan muchos fascistas, franquistas, derechistas, centristas, "apolíticos", tibios, oportunistas, acomodaticios...., y poquitos, poquísimos izquierdistas que superen mínimamente el listón de un aceptable izquierdismo. ’’ Este es el problema fundamental de la política, aquí y en todas partes, y en todas las épocas.

La acción política depende de la fuerza de la colectividad, por mucho que se trate de acciones de individuos, lo político tendrá relevancia solo si fueran sumadas las muchas pequeñas acciones de aquí y allá. Los grandes cambios serán siempre colectivos, vieja idea marxista, que daba valor a los millones de personas influyendo y a las bases materiales que determinaban e interactuaban sobre esos individuos. Fulanito, lo que representa y las posibilidades de expandirlo, surge históricamente en un momento determinado, en un contexto favorable en donde existen las condiciones que determinan su existencia y proceder, habrá bases materiales que permitirán su irrupción y una correlación de fuerzas favorable para su inserción - grupos e intereses de apoyo con fuerza similar a los contrarios- de no ser así, sería extremadamente raro que pueda irrumpir un Don Pelayo. Y eso vale tanto para el proceso de secesión y Mas, Junqueras, como para Iglesias, Sánchez o Rivera, e incluso Rajoy.

A la muerte de Franco se agolparon problemas e incertidumbres, se abrieron muchas puertas, incluso algunos pensaron que la revolución era posible, pero eran pocos; las sendas más plausibles, las que apoyaron mayorías ingentes de personas, las que impulsaron fuerzas económicas e ideológicas, fueron aquellas en las que 'el mundo occidental, Europa' abría sus brazos a una democracia, el camino conducía a la integración en sus estructuras y relaciones comerciales, políticas, militares...

Cuando Felipe González toma el mando en el Partido Socialista, lo hace precisamente apoyándose en no ser el más izquierdista de todos, sino el líder que podría llevar a la meta de gobernar, cuando el PSOE arrasa en 1982, con la figura de Felipe y el equipo de individuos que hay detrás, incluyo a Peces Barba, lo consiguen precisamente apoyándose en vocear que no son los más rojos del lugar, y es logrado por su capacidad de liderazgo que incluye aglutinar apoyos económicos, políticos, organizativos, ideológicos... Hay que contar con amplia capacidad para liderar un proyecto y sumar voluntades que lo hagan posible que permitan ponerlo en marcha, así que no sirve de mucho ser más de izquierdas o más listo o más puro 'en teoría o en abstracto', lo que cuenta es la capacidad de sumar fuerzas. 

Luchar por el poder requiere sumar y sumar. Son tiempo de olvidos de conceptos básicos en la democracia, mucho adanismo y ligereza, propiciado por las redes –todos se imaginan empezar, descubrir el fuego, fácilmente, sin esfuerzos, como si ‘clickear’, o asistir a una manifestación eliminaran el paro o resolvieran el cambio climático, incluso entrar a un banco y salir en cinco minutos lo llaman ocupar una empresa, eso sí, convenientemente publicitados y 'flashseados'-. A pesar de diferencias notables que enseñan los nuevos gurús, el ser humano no actúa en cuestiones relacionadas con el poder tan distinto a como actuaba cientos de años atrás, o en la Transición; hay muchos rasgos comunes que podemos recordar, aunque se cubran con ropajes modernos en el fondo serán parecidos. 

La lucha por organizar la sociedad es una cuestión de correlación de fuerzas; se trata de grupos intentando imponer sus intereses y generalizarlos a los demás que se opondrán, ambos, utilizando los medios a su alcance en cada momento; no serán iguales medios en Europa que en Asia, ni en el siglo XVIII que en el XXI, pero en esencia, hablamos de disputas por cuotas de poder. Hoy la ciudadanía no es más crítica que antaño, en los años 60 o 70, al contrario durante los últimos 15 años se produjo un adormecimiento de pautas de control a pesar de que hoy Internet permite a mayorías de población obtener mayor información y comunicación en menor tiempo, lo cual posibilita interactuar rápidamente, aunque difunde al tiempo cierta dosis de adormidera.

El liderazgo sin apoyos, antes como ahora, será improbable de mantener, no será líder quien no movilice fuerzas a su favor, quien no sea capaz de generar equipos que aglutinen e ilusionen en pos de un objetivo. Por muy bueno que se crea ser, nada transformará las vidas de la gente sin movilización colectiva, sin sumar fuerzas que entre ellas acepten tener intereses comunes y crean puedan ser defendidos e impulsados por un equipo con posibilidades de imponerse a otras fuerzas. Las opciones individuales supuestamente mejores o más acertadas del estilo, -más de izquierdas que…- valdrán de muy poco, la capacidad política se medirá por la facilidad para sumar voluntades sin las cuales poca actividad colectiva será posible, lo cual explica como personas más preparadas, en teoría, pero incapaces de sumar, fueron apartadas del camino por otras menos preparadas, en teoría. La política no solo, ni principalmente, es cuestión de deseos o ideas geniales, sino de correlación de fuerzas, de sumar.

En tiempos de la Transición, -sucede igual ahora con actuales líderes-, se podían encontrar muchas personas más de izquierdas que Felipe, ideológicamente puros, etc., la cuestión es que no fueron elegidas en ninguna de las instancias políticas, ni por supuesto en la elección última de la ciudadanía a la papeleta con las siglas del partido, ello suscita preguntas ¿Por qué no fueron/son elegidos en sus partidos, en sus entornos, en sus agrupaciones? ¿Los individuos por ser más izquierdistas, son más válidos, reportan mayor utilidad a la gente? O por el contrario son floreros de mesa camilla que no sabe dónde colocar la sociedad, las supuestas ideas mejores ¿dónde fueron confrontadas que pudieran demostrar su eficacia en la realidad?, ¿de qué sirven las maravillosas ideas en un país como España, si no las defienden millones de personas?

Un recuerdo anecdótico de aquellos tiempos de la Transición puede ilustrar las diferencias entre utopía y realidad, deseos y concreción. En Octubre, -Comités Obreros, PLO- teníamos una política llamada ‘apoyo a fábricas en lucha’, que durante años desarrolló acciones, métodos, organización, etc. Consistía en apoyar luchas obreras en fábricas, talleres, bancos,… Si había un despido contactábamos y montábamos variados tipos de acciones para su readmisión, apoyados en nuestro excelente despacho legal y en todo tipo de acciones callejeras a la puerta de la empresa, recabando contribuciones y apoyos, armábamos buenos escándalos, etc. Logramos bastantes éxitos, en cuanto a readmisión de despedidos, suspensión de sanciones, mayores indemnizaciones… pero en general no lográbamos sumar a nuestras filas a los individuos afectados, que seguían afiliados a CCOO y UGT, PCE y PSOE; aún cuando no les hubieran prestado apoyos en su lucha. 

Para aquellos individuos éramos demasiado de izquierdas, no querían integrarse y participar de esos objetivos e ilusiones, así que una vez logrado su particular objetivo, regresaban a su lugar. Estábamos muy cerca de sus intereses inmediatos y se aprovechaban de nosotros para mejorarlos, pero quedábamos bastante alejados de sus intereses globales, de su cosmovisión de la vida, de sus sueños e ideales sobre una sociedad futura. 

Una vez instalados en la vida diaria los problemas tienen otra dimensión, la mirada cambia la percepción en situaciones críticas, por ejemplo la corrupción española no fue percibida como problema hasta sufrir fuerte y continuadamente los efectos de crisis y paro, estallando en las encuestas con el Gobierno del PP, pero sabemos que se fraguó y extendió muchos años antes, incluso recordamos individuos altamente corrompidos arropados por masas de gentes gritando a su favor en las puertas de juzgados y calles, fuera en Barcelona o Marbella; corruptos vueltos a elegir en unas elecciones por mayorías populares que acusaban al resto de persecución política. En el cuadro la corrupción es la curva amarilla y el paro la roja.


          

martes, 13 de octubre de 2015

Para ganar elecciones son necesarias amplias mayorías

Podemos hace aflorar los nervios de IU, PSOE, y otros grupos pequeños, hoy parece que su ascenso sea imparable (dicbre 2014); nadie tiene una bola de cristal, pero, lo que rápidamente surge también podría rápidamente desaparecer, -el exceso de sobre expectativas puede resultar indigesto- veremos cómo van adaptándose y resolviendo sus contradicciones cuando empiecen a elaborar y reiterar discursos, desarrollen su organización, empiecen a discutir programas y alianzas para municipales autonómicas y generales. El caso es que en todos los grupos políticos empezaron las carreras nerviosas para ver quién está más allá. Todos quieren parte del pastel electoral que cede la socialdemocracia, -además de querer atraer parte del electorado PP- pero de los 11 millones de votos socialistas de antaño, solo entre 1 o 2 millones son auto-titulados izquierdistas extremos, en terminología demoscopia, el resto son de izquierda y centro izquierda, sin olvidar los votos de centro derecha.

Social y políticamente sería una catástrofe la desaparición de un fuerte partido progresista, socialdemócrata o similar, porque hoy por hoy no se vislumbra una única fuerza de igual potencia capaz de ganar elecciones que pudiera sustituir a los gobiernos derechistas. Sin embargo tampoco se ven posibilidades de vencer a la derechona con el PSOE existente, quien está inmerso en un cierto grado de descomposición. En los malos tiempos afloran las desavenencias y peleas soterradas durante tiempo, agravado porque son muchos años de orillar debates que ahora estallan todos al tiempo y mezclados, la forma para no encontrar salidas a ningún problema. Un dilema hay sobre la mesa ¿sería útil para conquistar gobiernos la existencia de dos grandes aglutinadores, PSOE-Podemos? No parece, porque el reparto de votos beneficiará al PP.

Si un partido quiere ganar el poder político tendrá que contar con gran parte de los votos centristas, a izquierda y derecha, que representan más de la mitad de los electores y ello implica, de cara a los puristas, diluir posiciones, discursos y programas, o mezclar y tocar varios palillos a la vez. El poder político es útil para transformar la vida de millones de españoles, la paradoja que debe aceptarse en una sociedad democrática, es que, quien pretenda modificar la vida de millones de personas tendrá que abandonar extremos y dejarse influir por las mayorías situadas en los centros. 

Las luces repentinas pueden cegarnos, pero está claro que cuanto más extremistas sean los proyectos, a menos gente influirán, lo cual quiere decir que la mejora de condiciones de vida, en extensión y profundidad, para poderse producir, requerirá ganar las elecciones y ello lleva aparejado menor extremismo en discursos, programas y medidas. Una de las diferencias de enfoque entre IU y Podemos, estos últimos no dudan en querer ganar, por tanto necesitan ser ambivalentes para atraer votos de 4.5.6 y hasta 7 del eje izquierda derecha, además de los 1.2.3 que comparten con IU.

Extractos de 'Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión'. Escrito a finales de 2014.

sábado, 10 de octubre de 2015

En las elecciones, lo pequeño pesa demasiado

La necesidad de ser grande para obtener mejores resultados, la necesidad de tener una amplia implantación en todo el territorio nacional es un requisito básico para sacar muchos diputados. El sistema electoral español prima las circunscripciones pequeñas sobre las grandes, las menos pobladas, el mundo rural, sobre las concentraciones urbanas, a priori con mas trabajadores industriales y de servicios. Y eso al margen del sistema D'hont que prima las mayorías, sin llegar ni de lejos a las salvajadas del sistema del Reino Unido, solo gana uno, resto pierden. El asunto es que si algún partido, grupo, coalición... pretende obtener buenos resultados en las Generales que se avecinan, debe comenzar por entenderse con fuerzas que sumen, el problema de las alianzas previas es vital para concurrir a las elecciones con un mínimo de posibilidades de éxito; lo fuerza el sistema electoral español, las reglas del juego en el que se quiere jugar.

Insisto con un cuadro publicado el día anterior, la mitad de los diputados, 175, salen de 13 provincias españolas, que representan casi 21 millones de electores, en cifras de 2011. La otra mitad de 175 diputados salen del resto de provincias, mas Ceuta y Melilla, que representan a menos de 12 millones de electores. Vean los cuadros siguientes, las circunscripciones electorales, provincias medias, y abajo las pequeñas. El ruido en las grandes concentraciones urbanas, está muy bien, pero sin implantación territorial en las pequeñas y medianas se tienen muchas posibilidades de perder, a pesar de sacar muchos votos. Otro aspecto favorable lo da la concentración de voto, aunque fueran menos votos, si éstos estuvieran concentrados, lograrían mejores resultados, el ejemplo de los partidos nacionalistas es muy claro.

Los 36 diputados de Madrid, 'representan' a 4.653.779 electores. Los mismos diputados, 36 se pueden lograr convenciendo a 2.799.252 electores de otras 9 circunscripciones provinciales que tienen derecho a 4 diputados cada una. El tirón mediático de Madrid es muy importante, pero si no tienen implantación en Álava, Albacete, Burgos, Cáceres, Lleida, La Rioja, Lugo, Ourense, Salamanca, etc. si no trabajan en las pequeñas, no ganarán.

Estos son los datos que explican resultados electorales, las diferencias de las cifras de encuestas en ocasiones chocan con la realidad de obtención de diputados, sobre todo cuando las muestras se realizan en general, en todo el territorio nacional sin prestar atención provincial suficiente. Los votos por sí solos no son suficientes para ganar, depende de en donde se consigan, unos pesan más que otros de ahí la necesidad de estar concentrados en pocos lugares, o implantados en la diversidad territorial, lo cual hoy por hoy no parece ser el caso de los partidos emergentes en comparación con PP y PSOE. La política también son cálculos, de posibilidades, de alianzas previas para lograr implantación...



jueves, 8 de octubre de 2015

Podemos e IU rompen y disminuyen expectativas


Las Elecciones Generales se acercan y los nervios aumentan, las encuestas mantienen abierta la perspectiva de que el PP podría ganar otra vez. Enfrente, los líos en el campo de las izquierdas continúan, en general se desinfla el efecto Podemos, aun conservando bastante fuerza no parece que logre la suficiente como para ganar las elecciones, ni probablemente para convertirse en el gran aglutinador de izquierdas sobrepasando al PSOE. Lo relacionado con los resultados de IU será una incógnita hasta el final, tras sus traspiés con Podemos en busca de un frente común de izquierdas con otras fuerzas y movimientos sociales.

La estrategia de Podemos sigue estando clara, consideran que para ganar tienen que abrirse al mayor caladero de votantes españoles, situados en el centro izquierda y centro derecha y en ese viaje, ellos entienden que IU puede ser una rémora y están dispuestos a perder apoyos por la izquierda para lograrlos por la derecha, ganar votos de 4.5.6 en el eje izquierda derecha; realmente están apostando por lograrlo, y además atraer a los cuadros de IU a su proyecto.

El problema es que ese centro al que optaba Podemos desde que iniciaron la estrategia, tendrían que compartirlo con sus ocupantes, actualmente el PSOE, que también recibe votos de la izquierda, y la entrada en tromba de Ciudadanos en ese espacio de centro y derecha. No parece que puedan caber tantas formaciones de izquierda como se ven, nacionales y territoriales, peleando al tiempo por los mismos caladeros de votantes. No hay lugar para todos, pero todos quieren probar sus fuerzas en las elecciones.

El cuadro y el texto que sigue proceden del libro ‘Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión’, que publiqué en enero de 2015.

‘’Como muestro en el cuadro de ‘Resultados elecciones generales 2008’, los partidos más perjudicados fueron IU y UPyD. Durante toda la historia IU ha sido la formación más perjudicada en todas las elecciones, la que menos escaños ha obtenido en relación al número de votos, y ahora en segunda posición UPyD. Los dos grandes partidos han utilizado unos 66.000 votos para cada escaño conseguido, mientras que IU ha necesitado OCHO VECES, y UPyD, CINCO VECES, más que los dos grandes, que son claramente los beneficiados por la ley electoral. En los partidos nacionalistas observamos que salvo el PNV que necesitó unos cincuenta y un mil, el resto de partidos nacionalistas han necesitado: NA BAI similares votos a los dos grandes partidos y los otros, CIU, CC, Esquerra y BNG les ha costado más votos por escaño que a los dos grandes.

El motivo fundamental es que en su nacimiento, el sistema electoral español, en cuya configuración tuvieron mucho que ver antiguos franquistas, primaron las provincias rurales y de poca población en contra de las pobladas e industriales. Tenían la convicción de que en los núcleos urbanos e industriales el voto de izquierdas arrasaría, por lo que había que disminuir su peso y lo hicieron eligiendo como circunscripción electoral a la provincia, asignándola un mínimo de representación perjudicando proporcionalmente a las más pobladas e industriales. Por tanto los votos privilegiados, los de mayor representación, no son los votos de españoles nacionalistas, sino los de las provincias pobres y despobladas de Soria y Ávila, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel, Zamora, seguidas de Álava, Albacete, Burgos, Cáceres, Lleida, La Rioja, Lugo, Ourense, Salamanca,... Y las más perjudicadas Madrid y Barcelona.

lunes, 5 de octubre de 2015

Las élites catalanas: políticas, económicas, religiosas, culturales…

Las élites catalanistas tienen considerable peso para dirigir y empujar el proceso de ruptura consiguiendo movilizar a su favor a cientos de miles de personas, muchos de los cuales aparentemente no deberían estar a su lado, dado que sus intereses son contradictorios entre sí. Las encuestas de opinión del CEO, de la Generalitat, del verano de 2013, daban como máxima preocupación de los catalanes cuestiones muy parecidas a las del resto de España, la precariedad laboral, paro, crisis económica, pero es un hecho que desde el verano acá, el tiempo que ya era rápido, se ha vuelto a acelerar, como si presagiara un cambio histórico, una ruptura, un enfrentamiento que puede llegar a estallar. En este momento, si las opiniones de un pueblo son las que aparecen manifestadas en la CEO, hay que buscar la explicación del acelerón en las élites que gobiernan Catalunya, Gobierno, Parlament, instituciones civiles, partidos, y el largo etc. que conforman las élites catalanas dominantes, las cuales demuestran su poder de dirección social al margen del conjunto de la población que mayoritariamente tiene/tenía unas preocupaciones diferentes.

Las élites catalanas abundan en la idea de que no hay valor en la españolidad de la cultura, del arte, la política, la apertura al mundo… ni en el trabajo, ni en las leyes, ni en la Constitución; los pactos de la Transición se desprecian ahora, fue un instrumento de cierta utilidad, pero los pactos que ellos buscaron, apoyaron y aceptaron, lograron que Catalunya conservara su identidad, lengua, cultura, poder político y económico con autonomía superior a cualquier otro momento, nada más que comparar el territorio catalán de parte española con la parte francesa en la que ni siquiera existe la lengua con carácter oficial, ni mucho menos en el sistema educativo, lo cual debería servir para reflexionar sobre la convivencia practicada a uno y otro lado de la frontera. Desprecian la historia española y la común, y construyen su identidad en oposición de lo español y en defensa de un supuesto ideal intachable de su cultura e historia; en su limbo identitario no existen clases ni explotación, no hubo poderes, desigualdad, ni opresión interna, no hay lugar para otras identidades, ni mezcladas ni ajenas, ni otras emociones similares, posibles de compartir. Hoy sabemos que las tradiciones son invenciones recientes, han sido fabricadas, pero no solo Don Pelayo y demás historietas españolistas, también las fabulaciones de naciones con núcleos originarios perfectos y valerosos por encima de cualquier otro: -Eric Hobsbawm y Terence Ranger, ‘La invención de la Tradición’ Editorial Crítica- También se pueden descolgar de Scribid ‘Hobsbawmn, E. ‘Identidad, rev. Intern. De filosofía política, nº 3 1994.

Se sienten europeos, pero no españoles, lo cual es extraño, porque son políticamente europeos en cuanto españoles, ya que es el Estado español el firmante de los tratados, en los que ellos colaboraron. No existe racionalidad para analizar procesos y problemas desde una óptica de búsqueda de soluciones comunes, cuando antes la hubo, ahora solo aparecen emociones desbocadas en un tren sin frenos. Los individuos de la élite política, económica, sociológica, religiosa, cultural, deportiva, mediática… son catalanistas, -olvido intencionado, del aspecto extremadamente alejado de la consideración colonial que se justificaría con élites españolistas dominando en una Catalunya, sin industria y comercio, perseguido su entramado social…- los cuerpos de élite son nacionalistas de cuna o pequeñísima minoría de asimilados, porque la presión de integración grupal funciona en esa dirección, sin asimilación probada nadie será aceptado en el entramado social. No es que dichos individuos sean expulsados físicamente de la región, pero sí de la cabeza rectora y representativa de la sociedad y mirados de otra forma serán desplazados, esto para los españoles llegados en oleadas migratorias desde los años cincuenta, representa un coste altísimo de marginalidad latente, que crecerá con la independencia.

Las direcciones de partidos de izquierdas, en sus cogollos, están compuestas en su mayoría por los individuos citados, compartiendo el partido la identidad de clase y nacionalista, lo que explica los vaivenes y posterior deriva de seguidismo hacia las pautas soberanistas, para no verse excluidos de la marea, lo cual lleva aparejadas fugas constantes de militantes y votos. Estas élites están logrando ya una ruptura social, que desgaja a los de abajo de sus identidades obrera, cultural, de sexo, quienes para sentirse aceptados por el grupo social en que viven han de esconder o renunciar a su pasado, que puede tener otra procedencia física, deben abandonar las historias familiares que les dotaban también de rasgos de identidad diferentes, que ellos compartían para sentirse integrados por un pueblo en el que viven y trabajan.

Los casos que conocemos en otros países, en los que una fuerza política, culpa a los extranjeros de los males de los trabajadores, se etiquetan como populistas. Los que acusan a los emigrantes de ser causa fundamental de los problemas de los pobres, por llevarse trabajos, ayudas sociales, los que culpan de la degradación en sanidad y educación, por las que cotizan los nacionales, son adjetivados por todo izquierdista, como de populismo xenófobo,… La misma argumentación –y política subsiguiente- produce el nacionalismo catalán, pero aquí los izquierdistas peninsulares lo dejan pasar, mientras, el ataque a lo externo se imputa a los ladrones españoles, por ser culpables de todos los males que soporta el estado de bienestar catalán. La consigna los extranjeros roban a Catalunya, utiliza la misma raíz filosófica xenófoba como justificación de la acción política, los otros, los españoles extranjeros son los culpables. 

Los grupos de poder ciudadano en Catalunya no tienen entre sus dirigentes, a trabajadores u otras identidades distintas a la catalana. Los progresistas respetan las identidades minoritarias, son capaces de luchar porque puedan expresarse libremente, pero no aceptar que los sustituyan, no se puede catalogar a los otros como mejores y sustitutorios de los demás, que es lo que pretenden los nacionalistas. Pelear porque otro pueda opinar está bien, pero compartir su opinión es otra cosa muy diferente. La desigualdad en Catalunya tiene que ver, con la clase aderezada con lo nacional, importa el lugar que ocuparon sus padres y ellos en la producción, en la escala social, tiene que ver con la herencia. En el proceso secesionista hay ricos y pobres juntos, evasores fiscales y pagadores de impuestos, trabajadores y dirigentes de corporaciones, banqueros y bancarios y vendedores, tenderos, barrenderos, jubilados y rentistas, alta burguesía y peones, parados y ni, nis etc. etc. ¿me quieren convencer de que todos juntos tienen el mismo interés y deben caminar al mismo paso? 

El proyecto de un nuevo estado ya está en marcha y muy avanzado, contrasta y mucho, con el silencio del Gobierno PP, con la pasividad en las respuestas argumentales de los defensores de la Constitución, llama la atención el silencio del pueblo español, los partidos políticos y sindicatos en sus respectivas secciones locales y sectoriales no debaten el gran problema que puede tumbar la Constitución y dar un vuelco a la organización completa del Estado, que tendría que variar ostensiblemente. Bastante de la explicación tiene que ver con el desconocimiento del proceso, de sus protagonistas, y sus postulados; muchas personas ante los silencios de Rajoy, piensan que carece de importancia, o que es una etapa más de las típicas anteriores, nada más lejos de la realidad. El proceso de separación tiene enorme fuerza y velocidad sin que puedan descartarse acontecimientos unilaterales en el próximo año de centenarias efemérides. 

Una parte importante de la población de Cataluña ha encontrado su objetivo en la vida en estos momentos de crisis, está organizada para luchar por un ideal, junto con múltiples organizaciones y niveles territoriales y sectoriales, en los pueblos y ciudades, en sectores culturales, deportivos, empresariales, en instituciones oficiales; los argumentarios circulan por la red y en reuniones vecinales se extienden hasta el último individuo del pueblo más apartado, hay respuestas para todo, ocurrencias para resolver cualquier cuestión… da lo mismo el peso intelectual que contengan, lo importante es la eficacia real, que aquí significa el poder transformador del individuo empujando por la independencia, lo importante no es que sea intelectualmente correcto, verdad o mentira importan poco con un tren lanzado a toda velocidad, la capacidad de arrastre es lo que cuenta. Cataluña ha roto su amarre con España y eso conduce a la rotura constitucional que afecta a toda España. 

Al otro lado del Ebro, muy pocas personas conocen lo avanzado que está el asunto, el pueblo en general está bastante alejado, desconoce argumentos, nadie podría sostener una discusión sencilla con cualquier ciudadano catalán. Y cuando uno se desarma argumentalmente es peligrosos porque solo le queda el recurso al pataleo, a la fuerza. Lo desgraciado es que el recurso no valdrá para resolver el problema, en todo caso lo aparcará. La dirección política oficial parece liderada por ERC y Convergencia, en paralelo, pero con enorme poder, existe otra dirección del proceso, a otro nivel popular y transversal, cuya influencia se extiende por todo el territorio de Cataluña, bastante poco conocida en el resto de España, con ideas y proyectos nacionales muy claros y ampliamente desarrollados, si quieren tener mejor idea de cómo transcurre este proceso y su velocidad de circulación, den una vuelta por las páginas y direcciones siguientes, que de ningún modo pretenden ser exhaustivas: 


Sin el gran aparato mediático puesto a su servicio, sería muy complicado entender el silencio sobre los costes de una secesión, o la profunda influencia de la agitación y propaganda soberanistas o la masiva movilización en las convocatorias que llegarán a todos los rincones del territorio. Sin meter en la ecuación el formidable aparato mediático en el que se apoyan los nacionalistas e independentistas, no se entendería la tergiversación y manipulación de datos y estudios en bastantes oportunidades. El debate sobre ventajas e inconvenientes se ha hurtado en los principales medios catalanes masivos, como se han ocultado las características particulares de los problemas que plantea la pretendida decisión, ¿quizás porque no existían? Así los datos circulan como pueden por medios pequeños y marginados que no pueden competir con los grandes medios que inciden fundamentalmente en aspectos emocionales, tales como la identidad perseguida y el mantra de los españoles nos roban. 

No encontraremos en los puestos de dirección de los principales organismos civiles, de los medios de prensa, radio o televisión, la diversidad de gente que compone el pueblo catalán o la que asistió a la cadena humana del 11 de septiembre, la pregunta que podría hacerse es ¿estos grupos de élite dirigente de la sociedad estarán dispuestos a aceptar en igualdad de condiciones y derechos a los otros, a los que no somos pata negra? ¿Tiene algo que ver la dirección de este movimiento con el mundo sindical, con los trabajadores, los parados, con el feminismo o con la ecología? Ninguno de los problemas que afectan estas problemáticas humanas figuran en agendas, argumentarios o consignas, sencillamente han desaparecido de las movilizaciones, han dejado de formar parte de la realidad porque los medios las esconden y sustituyen por la única que tiene permiso para difundirse, la soberanista. Las encuestas del CEO, siguen dando hoy día como principales problemas los vinculados a la precariedad y crisis económica, a mucha distancia de las relaciones cátalo-españolas, siendo así, ¿cómo es posible poner la secesión como elemento central movilizador? solo una enorme y eficaz campaña es capaz de conseguir unir en la creencia mágico-religiosa que la solución a esos problemas está en la independencia, -un 51% lo cree- y eso un partido político por muy grande y eficaz que sea, es incapaz de lograrlo, necesita contar con la movilización a fondo de todo el conjunto mediático nacional, transmutado al servicio del nacionalismo –y no de todo el país- apoyado institucionalmente por el aparato estatal nacional y por las organizaciones civiles citadas, todos juntos conforman las élites nacionalistas.

Sin el fenomenal aparato mediático catalán, resulta imposible comprender la rapidez y extensión del movimiento secesionista y su transversalidad. La importancia de la fabricación del relato de independencia, pócima de Fierabrás que curaría todos los males, ha sido vital para el proceso, apoyado en el asfixiante aparato puesto en marcha por el nacionalismo, sin comparación posible a cualquier otro español ha conseguido apoyar todas las acciones y llegar a todos los rincones sin dar contenido a voces discrepantes. Según el CEO, de la Generalitat, la televisión más vista, las radios más escuchadas, la prensa más leída, a mucha distancia del resto son, TV3, Catalunya Radio y RAC1, y La Vanguardia y El Periódico. Sumen el mundo cultural, universitario, y otros niveles educativos, deportivo, etc. cuyas élites mayoritariamente impulsan el proceso y obtendrán un conjunto de generadores de contenidos ideológicos potentísimo en la dirección nacionalista, hoy transmutada secesionista.


Extractos de mi libro, de descarga gratuita ''Catalunya. Camino a la secesión''